CACCIAestablecimiento de prioridades

El proyecto pretende hacer más accesible e inclusiva la huella de ADN vegetal para la identificación varietal

By April 26, 2023 February 20th, 2024 No Comments

Los fitomejoradores pueden pasarse 10 años desarrollando nuevas variedades de cultivos resistentes a plagas e insectos o tolerantes a condiciones climáticas extremas, pero ninguno de esos beneficios puede materializarse a menos que los agricultores adopten las variedades. Un nuevo proyecto en Costa Rica está recopilando datos genéticos y de ciencias sociales a nivel familiar con la esperanza de comprender qué variedades se plantan, quién toma esas decisiones y qué papel puede desempeñar el género en la adopción de cultivos.

En el proyecto participa un equipo interdisciplinar de fitomejoradores, economistas, científicos sociales y especialistas en género, y está dirigido por el centro nacional de investigación agrícola de Costa Rica, el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), y los establecimiento de prioridades investigadores de Feed the Future Laboratorio de Innovación para el Mejoramiento de Cultivos (ILCI).

Las huellas dactilares de ADN se han convertido en el patrón oro para la identificación de variedades en el campo. El método consiste en cortar una pequeña muestra de las hojas, semillas o raíces de una planta, conservarla y enviarla a un laboratorio donde se puede determinar su código genético completo. La huella de ADN puede generar datos genéticos que complementen el conocimiento de las variedades por parte de los agricultores, y se utiliza cada vez más en estudios de adopción. Sin embargo, los protocolos actuales de toma de huellas dactilares son aplicados principalmente por grandes centros internacionales de investigación agrícola, y la ampliación de estos métodos a las organizaciones nacionales de investigación agrícola requiere adaptación y pruebas. Además, la mayoría de los estudios existentes sobre huellas dactilares no tienen en cuenta las diferencias sociales y las dinámicas de género, ni cómo éstas podrían influir en las decisiones de adopción.

En colaboración con socios de la Alianza Centroamericana y del Caribe mejoramiento de cultivos (CACCIA) del ILCI, el equipo del proyecto está probando tres protocolos alternativos para el muestreo, la conservación y la decodificación del ADN de múltiples variedades de frijol comun (Phaseolus vulgaris). Luis Alfonso Sánchez Chacón, economista agrícola del INTA, dijo que el equipo espera crear un protocolo más rentable y flexible para la toma de huellas de ADN.

Un científico prepara el equipo

Fabricio Sequeira Miranda prepara punzones de hojas para su análisis en una estación de campo de Costa Rica en febrero. Fotografía: Martina Occelli / Cornell

"En última instancia, una amplia gama de programas podría acceder a estas herramientas y utilizarlas para medir el impacto de la adopción de nuevas variedades y ayudar a los donantes y a los programas nacionales a estimar mejor el retorno de su inversión en nuevas variedades de cultivos", dijo Sánchez Chacón, que codirige el proyecto con la bióloga molecular del INTA Ruth Castro-Vásquez.

"La adopción y el conocimiento varietal son muy difíciles de medir, y creemos que hay un desajuste entre el conocimiento académico y el tradicional", afirma Martina Occelli, asociada postdoctoral de la Escuela de Fitología Integrativa. Por ejemplo, los agricultores y los obtentores pueden utilizar nombres distintos para una misma variedad. "Coordinar los conocimientos que todos aportan puede ayudarnos a medir el verdadero impacto de las nuevas variedades de cultivos".

El estudio analizará cómo los distintos miembros de un mismo hogar dedicados a la producción de alubias expresan sus decisiones sobre qué variedad plantar y cómo identifican las variedades. "Hay un número creciente de estudios que muestran cómo las personas de una misma familia pueden tomar decisiones diferentes y tener bases de conocimiento distintas, debido a las normas sociales y a las barreras sistemáticas que dificultan el acceso a los conocimientos y los recursos", afirma Hale Ann Tufan, profesora asociada de la Facultad de Ciencias Vegetales Integradoras y coautora del ILCI en establecimiento de prioridades responsable . "No se trata de quién sabe más o qué es más preciso, sino de reconocer que el conocimiento y los datos científicos están moldeados por el contexto social".

En otoño de 2023, el equipo de investigación planea combinar su método mejorado de análisis genético con encuestas de hogares en 400 granjas costarricenses, para comprender mejor cómo la dinámica social y los roles de género afectan a la identificación varietal y a los datos de las huellas dactilares. Para probar el método antes de ampliarlo, los investigadores realizaron largas entrevistas a ocho familias campesinas, a las que hicieron preguntas sobre la situación socioeconómica, quién es el principal responsable de la gestión de la explotación, quién toma las decisiones sobre qué cultivos y variedades se plantan y a quién se considera el "cabeza de familia". En cada familia, los investigadores hablaron con al menos un hombre y una mujer adultos.

establecimiento de prioridades equipo

Los miembros del equipo de establecimiento de prioridades y del INTA durante una visita sobre el terreno en Costa Rica en febrero. De izquierda a derecha: Yoselyn Hernández Chaves, Hale Tufan, Amelia Verónica Espinoza Baltodano, Joyce Estrada Gamboa, Luis Alfonso Chacón, Martina Occelli, Fabian Castro Vargas. Proporcionado.

"La práctica establecida para este tipo de encuestas es ir a la granja, preguntar por el cabeza de familia e ir con él al campo", explica Occelli. "Queremos saber no sólo quién se considera el cabeza de familia, sino quién es la persona más comprometida. Entrevistar a un hombre y a una mujer adultos con capacidad de decisión dentro del mismo hogar dio lugar a respuestas muy distintas, que reflejan diferentes funciones y conocimientos en la familia."

Combinar el muestreo genético en las explotaciones con encuestas en los hogares ayudará al equipo de investigación a responder a preguntas sobre por qué y cómo los agricultores adoptan unas variedades de cultivos y no otras, afirma.

Sobre el autor

Krisy Gashler es redactora de Feed the Future Laboratorio de Innovación para el Mejoramiento de Cultivos.

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